MUERTE A LA VUELTA

Vivo en el picante Callao, cada vez más conocido por sus choros y bandas criminales que por Chucuito o la Punta, lamentablemente.

Después de haber pasado una gran semana en el norte peruano, me encuentro nuevamente en mi casa, nuevamente entre las malas nuevas, encabezadas por una muerte a la vuelta de mi casa.

¿Será venganza? ¿un error? lo que llevó a la muerte a un joven ligado a la mala vida, a la vida delincuencial, conocido como el 'Berraco', quien tras más de 15 impactos de bala y un tiro de gracia en la cabeza, dejó a una mujer e hija entre llantos y desconcierto.

El regresar del extranjero condujo a la muerte al 'Berraco'. Vino a visitar a su familia tras 3 años de ausencia; las lenguas vecinas comentan que su viaje a Chile fue con el fin de escapar de una muerte segura, por dársela de pendejo y meterse con la mujer de otro.

Tal vez él pensó que en 3 años todo se olvidaría, pero al parecer no fue así; la muerte ya le tenía una fecha marcada. Piadosa y malvada a la vez, le dió la oportunidad de reunirse con su familia y despedirse de la forma más triste, más dolorosa.

Ya hace días que la pequeña hija del Berraco no viene a buscar a mi prima, con quien estudia y sale a jugar; se comenta que está llevando un tratamiento psicológico para superar lo sucedido.

A ella le ha tocado pagar en lagrimas la culpa de los mayores, ella es quien lleva la peor parte del error de su padre, ahora ella sufre por un grupo de 'conchesumares', pues esa es la palabra, que con pistola en mano se creen los más bravos, aquellos que dan la mala imagen que hoy tiene nuestro Callao, aquellos que ya cuantas lagrimas de niños, padres, familiares, amigos habrán ocasionado.

Para mi las 2 peores cosas en este mundo son el llanto de un niño(a) y el de una mujer.

Los ojos de esta niña demorarán mucho en secarse, tal vez nunca. Espero que el destino le de el soporte familiar que debe tener en estos momentos, que le de alegría, que le de la capacidad de entender en un futuro con claridad lo que esta viviendo ahora, para que crezca sin odio ni pena en el corazón y tenga una buena vida.