DATÉAME CON SOPA Y CORRETEO

Quizás el trabajo más arriesgado que encontremos por las calles, en el que interviene rapidez de mente y cuerpo, agilidad al apuntar y correr, controlar e informar. Las esquinas de las avenidas de Lima son el punto de trabajo de los cada vez más célebres 'dateros'.

Me imagino que muchos de ustedes al igual que yo, se preguntan qué es lo que apuntan en sus cuadernillos estos señores que se acercan a las combis, y que al tanto de sus apuntes y reloj comienzan a hablar con los choferes o cobradores, y que se hacen llamar o los hemos llamado 'dateros', portadores de un léxico peculiar en el que encontramos palabras como: 'planchado, techo alto, correteo, sopa, etc'. Jerga de profesión como lo sería 'paneo' para un director audiovisual o 'didáctica' para un docente.

Con palabras como esas, que nos causan confusión y risa en muchos casos, los dateros cumplen con la labor de informar a las combis que siguen una misma ruta sobre la competencia, por ejemplo: 'adelante va sopa' (quiere decir que la combi va llena), está planchado (todos van sentados en la combi); y dependiendo del dato, el chofer decide si acelerar o mantenerse alejado de la combi que le lleva la delantera para tener pasajeros que subir. Aparte de esta labor, los dateros también informan si hay operativos policiales de control de tránsito a lo largo de la ruta, para que así los choferes no se detengan a subir a más personas de las que pueden entrar en la combi (el número de personas paradas llega a superar al de los sentados), y en el peor de los casos bajar a quienes vamos parados, apurados, ya sea por la chamba o el estudio, o por flojazos y despertarse tarde.

Este trabajo puede dar ingresos de 50 soles diarios, pero esto implica trabajar todo el día, pues cada dato que se da a las combis vale un promedio de 20 céntimos, ganados con el sudor de su frente, céntimos que pueden costar la vida, monedas que sin ningún respeto y consideración son arrojadas a la pista por los cobradores de combi (las personas más irrespetuosas que uno puede encontrar en las calles, no todos pero sí gran parte), quienes en muchos casos ni hacen caso del dato de los dateros, valga la redundancia, información que puede ser muy valiosa y de la cual podría depender la ganancia de la combi al final del día.

Chamba única en el mundo, oriunda de nuestra Lima, fiel muestra de que hay mil formas de ingeniárselas y trabajar honradamente.