lunes, 28 de septiembre de 2009

LA MALDAD

¿Heredada o aprendida? ¿Genes o experiencias? ¿Innata o adquirida? Presente día a día en la televisión, los diarios, al pasar por las calles, desde una insignificante gresca convertida en muerte hasta la guerra santa que el mundo presencia hoy en Medio Oriente. La maldad, uno de los pilares que junto a su opuesta la bondad, siempre han sido y serán parte de la dualidad que lleva la humanidad.


¿Pero qué es la maldad?

Las bases de los significados que le podemos dar a la maldad se cimientan en los distintos puntos de vista de las sociedades de acuerdo a su religión y creencias, de las que surgen explicaciones del comportamiento malévolo fundamentadas en la intervención de seres malignos o demoniacos para los más religiosos, o en los transtornos causados por la sociedad de las que todos somos víctimas pero solo algunos llegan a afrontar, desde una perspectiva netamente social.

¿Innata?

La maldad en el hombre, específicamente la que vive dentro de cada persona y puede llevarla a impulsos violentos, ¿podría ser calificada como innata o parte de la herencia genética, un comportamiento sin razón aparente, o sería lo correcto referirse a la maldad como consecuencia de las vivencias e influencia de la sociedad que ha rodeado al individuo?

Inclinarnos por la primera opción sería contrastante con la ciencia que no afirma la existencia de algún gen que contenga la maldad, mas sí la de ciertos problemas mentales que podrían ser heredados, lo cual explicaria algún comportamiento violento, pero que no sería calificado como acto de maldad al carecer de voluntad y raciocinio para diferenciar lo bueno de lo malo al tratarse de una enfermedad.

Si lo vinculamos al ambiente en que crece la persona, de esta si se podría sacar conclusiones seguras de los factores que moldean el comportamiento humano, comenzando por la familia, la crianza, la escuela, los amigos, la política, creencias, costumbres, etc. En África muchos niños que nacen sin el mínimo concepto sobre el bien y el mal, a una edad muy temprana son integrados a guerrillas y armados con fusiles, listos para ser capacitados con una enseñanza donde prevalece el odio y la muerte, 2 palabras que nunca se les serán inculcadas como ingredientes de la maldad, razón por la que que no tendrán un concepto negativo; y mientras van creciendo, un ambiente lleno de sangre será el único que observarán.

En cambio, hay quienes sí han aprendido lo que la sociedad nos enseña como concepto de maldad, y que por algún secueso o cirunstancia que se da en sus vidas, adoptan el mal como comportamiento de manera conciente, ya sea influenciado por la envidia, la avaricia, el maltrato físico o psicológico que en el peor de los casos lleva a la persona a un estado mental en el que no hay remordimiento tras perpetrar un asesinato, sino goce y satisfacción; dejando claro que el ser humano es la única raza que disfruta de la humillación y sufrimiento de los demás.

Ted Bundy fue uno de los asesinos estadounidenses más famosos, acabó con la vida de aproximadamente 30 personas, por lo que fue ejecutado en la silla eléctrica. Esta es una foto de su niñez, una imagen que rebosa ternura e inocencia y no da cabida a una sola pizca de maldad.

¿El ser humano es malo por naturaleza? Yo lo dudo, y fuera del origen de la maldad envuelto en enigmas genéticos y sociales, prefiero pensar en frases a las que me aferro como una dicha por la fallecida cantautora chilena Violeta Parra en una de sus canciones: 'Al malo sólo el cariño lo vuelve puro y sincero' . Yo prefiero creer eso. ¿Tú?

1 comentario:

Anónimo dijo...

LA MALDAD?
Pensar que todos la vemos como al mismisimo demonio, pero ella nace de los corazones del ser humano,
todos tendriamos que ser concientes de esto y rechazarla cuando nuestros mas negativos sentimientos estan por aflorarla,
simplemente....decirle .. nooo !